El médico de los pobres, como también se le llama, nació en la población de Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864 y murió de forma trágica, el 29 de junio de 1919.
Era domingo a mediodía, José Gregorio salía de la farmacia y al bajar la acera, cerca de la esquina de Amadores, atinó sólo a ver que atravesaba un tranvía, pero no pudo ver un vehículo que venía detrás y lo arrolló, provocándole fractura del cráneo, por lo que murió instantáneamente, en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas.
Dada su condición solidaria, después de su muerte se le asoció a todo
tipo de milagros médicos, por lo que en días pasados, y luego de muchos
años de solicitudes, la Iglesia católica anunció la próxima beatificación, decisión muy esperada por sus muchos seguidores en Venezuela y otros países de América Latina.
Sus restos reposan en el templo de la Parroquia La Candelaria, de la
Ciudad Capital, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio
General del Sur.
la imagen del delgado hombre con bigotes recorrió la ciudad de Caracas, en santuarios improvisados en hospitales locales, en murales pintados en las murallas de la ciudad y entre la multitud de venezolanos de todas las edades que lloraron y celebraron un importante avance hacia la santificación del “médico de los pobres”.
“Los fieles creen que traerá paz al país”, comenta Manu Quintero, quien fotografió estas escenas para National Geographic.
La beatificación de José Gregorio Hernández, es la primera de un laico venezolano y constituye el penúltimo paso en el camino hacia su santificación por la Iglesia católica aunos 72 años de que se formulara el pedido. Desde su muerte en 1919, Hernández se ha convertido en una figura icónica en Venezuela, país con marcada presencia del culto católico, donde los fieles le rezan en busca de sanación.
FACILITADORA: MILEIDI FUENTES
MER29
INFOCENTRO VILLA DIGNIDAD
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